Una opción pasa por volver a tener dos liguillas, como se
hizo hasta 2003
La otra, aumentar el número de equipos por grupo para dejar
seis de seis
Con ello, ECA y UEFA espantarían todos los fantasmas de la
Superliga
La UEFA y los grandes clubes europeos, unificados bajo la
ECA, siguen estudiando las diferentes posibilidades de reformar la Champions
League y seguir haciendo de ésta la competición por excelencia a nivel de
equipos continentales. Según comenta The Times, la última idea sería la de
ampliar el número de partidos a lo largo de la temporada y así enterrar
definitivamente la opción de hacer una Superliga. Un proyecto que pasa por dos
caminos: hacer regresar las dos liguillas o ampliar los grupos.
Hasta 2003 la Champions tuvo dos fases de grupos y a partir
de ellas, los ocho mejores conjuntos accedían directamente a cuartos de final.
Un modelo que ha quedado en el olvido por el actual formato exitoso y
competitivo de liguilla más fase final con 16 clubes, pero que sin embargo
podría ser la solución al rompecabezas de la UEFA. De esta forma, la máxima
competición continental pasaría del tope de 13 encuentros que disputan los dos
finalistas hasta los 17.
¿Cómo? Manteniendo los 32 participantes, éstos seguirían
unificándose en ocho grupos de cuatro equipos cada uno de donde accederían los
dos primeros. Tal y como ocurre ahora, pero con la diferencia de que en vez de
pasar a octavos de final, los 16 restantes se volverían a encontrar en cuatro
grupos de cuatro conjuntos, de los que clasificarían de nuevo los dos mejores
encontrándose ya sí en los cuartos de final tal y como se conocen en la
actualidad. Es decir, sustituir los dos encuentros de octavos por tres partidos
de ida y tres de vuelta para sumar cuatro choques más por temporada.
Un aumento a 17 enfrentamientos que también se daría con la
otra posibilidad planteada por la ECA. Ésta sería más radical y traería consigo
un nuevo formato nunca antes visto en la competición. Agrupar a los 32
integrantes de la Champions en seis grupos de seis equipos, en vez de los ocho
de cuatro actuales.
De esta forma habría diez encuentros de fase de grupos (por
los seis actuales), de los que pasarían a octavos de final los dos primeros más
los cuatro mejores terceros del total. A partir de ahí, la fase final tal y
como se conoce en este momento para designar al campeón de Europa.
Estas opciones perjudicarían a las copas de menor nivel que
existen en algunos países
Un borrador que, por ahora, no pasa de ser una mera
posibilidad pero que entraría en vigor para la temporada 24/25. De hacerse
realidad, la ECA conseguiría despejar todos los fantasmas de la Superliga que
ha llegado a plantearse la UEFA y varios clubes, pero a su vez disminuiría la
importancia de algunas copas nacionales de menor nivel.
Al haber menos espacios libres en el calendario, torneos
como la Carabao Cup (Inglaterra) o la Copa de la Liga (Francia) perderían a sus
equipos europeos. Ante ello, ya se contempla la opción de que estas segundas
copas sean solo para conjuntos de menor nivel pero con el consiguiente descenso
de interés económico que ello conllevaría. En España, al haber solo una
competición copera y tener un nuevo formato con menos encuentros, en principio
esta medida no afectaría al ritmo del calendario de los cuatro equipos en
Champions League.
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