El Dépor
aprueba una «ley mordaza» para sus futbolistas y empleados
Establece un
reglamento de régimen interno que incluye sanciones a aquellos que filtren
información o hagan declaraciones sin autorización del club
El Deportivo
está decidido a controlar directamente la información que sale o pueda salir
desde dentro del club. Quiere evitar que los jugadores puedan realizar
manifestaciones públicas sin permiso y que estas lleguen a los diferentes
periódicos, emisoras de radio o cadenas de televisión sin gozar del visto bueno
de la dirección de comunicación de la entidad blanquiazul. Y en este espíritu
fiscalizador acaba de aprobar un régimen interno que se convertirá en su
particular ley mordaza.
Con este
documento, que ya cuenta con la aprobación de la plantilla y del consejo de
administración, aquellos empleados que realicen cualquier tipo de
interactuación pública con un medio de comunicación o desvele información que
afecte al Deportivo, independientemente de la trascendencia de la misma,
incurrirá en una falta que podría acarrear una importante sanción económica.
Coincidiendo
con la jornada de Integridad impulsada por la Liga de Fútbol Profesional y que
se desarrolló hace unas semanas en Abegondo, cuando un abogado de la LFP abordó
aspectos como la manipulación de resultados y las apuestas deportivas, el
asesor jurídico del club, Óscar Rama, y el consejero del área social, Martín
Pita, presentaron a los jugadores, empleados y consejo de administración el
código ético en el que llevaban meses trabajando.
Afectados
Destinado a
los trabajadores y no a los consejeros, que tienen su propio código ético
Dado que el
cargo de consejero en el Deportivo no es remunerado, estos no se someterán a la
articulación del nuevo código ético implantado por el club. En cambio, sí
tienen uno propio que, si bien recoge su compromiso de no filtrar documentación
de la entidad, no les prohíbe conceder entrevistas o realizar manifestaciones
sin someterse al control de la dirección de comunicación. En la práctica, sin
embargo, también cumplen esta máxima.
Convenio
colectivo
El texto va
en contra de lo que recoge el acuerdo de relación entre futbolistas y clubes
El convenio
colectivo es claro en lo que a la libertad de expresión de los jugadores
profesionales se refiere. Así, en su artículo 39 dice: «Los futbolistas
profesionales tendrán derecho a manifestar libremente su pensamiento sobre
cualquier materia y, en especial, sobre los temas relacionados con su
profesión, sin más limitaciones que las que se deriven de la Ley y el respeto a
los demás». Es decir, el club no puede limitar el cuándo ni dónde deben
realizar las declaraciones.
Futuro
El club
intenta que los jugadores nunca manifiesten su malestar en público
Aunque en
algunos casos hay futbolistas que mostraron su conformidad con la redacción de
este artículo mordaza y de hecho el reglamento está consensuado y aprobado por
la plantilla, en el fondo supone un gol por la escuadra del consejo de
administración al plantel. Dado que los jugadores no podrán realizar ninguna
manifestación pública en medios de comunicación ni filtrar información que
ataña a la entidad, en un hipotético caso de malestar de la plantilla por
cualquier circunstancia, el club estaría protegido, ya que si hicieran público
su enfado, los jugadores podrían ser sancionados con el reglamento en mano. No
obstante, una actuación disciplinaria sería tumbada por un juzgado.
Redes
sociales
Se permite
su utilización apelando al sentido común de los profesionales
Mensajes de
apoyo, reflexiones sobre la temporada o agradecimientos a la afición. Todo está
permitido. Se apela al sentido común de los futbolistas para manejarse en las
redes. Obviamente, el código recoge que serán sancionadas aquellas
manifestaciones que atenten contra la imagen del club o el buen decoro.
Conducta
Actitudes
violentas, deportes de riesgo y familiares lejos en los desplazamientos
Entre las
numerosas actuaciones que regula el régimen disciplinario está la de las
actitudes violentas o de menosprecio con compañeros, rivales, aficionados...
Así también la prohibición de practicar deportes de riesgo o la de que
familiares o amigos de los futbolistas se alojen en el mismo hotel en los
desplazamientos.
Caso
Luisinho
El
entrenador pidió a su vestuario hermetismo
Un conflicto
que derivó en que se incluyeran las filtraciones como falta susceptible de
sanción en el reglamento de régimen interno fue el sucedido entre Arribas y
Luisinho. Aquel día, el entrenador se molestó por que trascendiera a la luz
pública su charla tras el incidente. Esa tarde, pidió hermetismo total al
vestuario de cara al futuro y trató de convencer a sus jugadores de la
importancia de evitar a los periodistas. Días después, el club prohibió el
acceso de la prensa a la salida de los futbolistas.