La ancestral lucha entre David y Goliath se reedita en la
Libertadores 2016. River Plate recibe a Rosario Central, que hace siete días lo
goleó en el Gigante de Arroyito 4-1.
Para muchos hinchas de River Plate, lo que hizo el equipo de
"JR" ya es más que suficiente. Pasó la primera fase después de
superar a la "U" de Chile, un equipo poderoso que había invertido
cinco millones de dólares en refuerzos para poder avanzar a la siguiente ronda
de la Copa Libertadores.
Sin embargo, River, el de Carrasco, le tenía preparada una
sorpresa. Le ganó en el Campus de Maldonado y aguantó a pie firme en su visita
a Santiago.
"Chim-Pum-Fuera", para el conjunto chileno y la
posibilidad histórica de poder meterse en la fase de grupos, en una de las
series más duras de la actual edición de la Copa, junto a Palmeiras, Rosario
Central y Nacional, tres grandes del continente.
Pero River no se amilanó. Todo lo contrario. Mantuvo su
idea, le jugó de igual a igual a los poderosos, y sacó dos buenos resultados.
Igualó con Palmerias de local (2-2) y también con Nacional "de
visitante" en el Parque (0-0) en dos presentaciones que mostraron a un
River diferente. Con una postura más madura, con mucha marca en el medio y en
defensa, y con el ataque listo para llevar a cabo el ya famoso
"tiki-tiki" de Juan Ramón.
River, ya sobrado con lo que había hecho en la Copa, fue a
la Argentina. Le tocó bailar con la más fea porque se enfrentó a la mejor
versión de Rosario Central. Hizo lo que pudo, que fue muy poco, claro, pero no
tuvo problemas en jugarle sin traumas a un conjunto afiatado, con un poderío
económico y deportivo muy pero muy superior al del darsenero que viajó en
"bondi" para ahorrar y donar 20 mil dólares para sus formativas.
Ese River, el humilde, el de barrio, vuelve a tener una
pulseada tremenda esta noche ante Rosario en el Centenario. Y apelará a su
memoria futbolística, pero sin descuidar su nuevo perfil, ese de equipo sólido
y trabajado de mitad de cancha hacia atrás.
River sabe que va a tener una durísima prueba en casa, y que
quizás, hasta se sienta visitante en el propio Centenario ante la enorme
concurrencia que aseguran los argentinos, pero con "JR" detrás de la
línea de cal, todo puede suceder.
Rosario, en lo previo, aparece como favorito, pero esta
nueva versión darsenera es capaz de amargarle la noche.
"Juego donde me lo pidan"
River Plate perdió a dos de sus bastiones en defensa. No
tendrá a Cristian González (zaguero devenido en lateral derecho en la actual
Copa Libertadores) ni al brasileño Ronaldo Conceiçao, uno de los pilares en la
zaga, un hombre que rindió en todos los partidos coperos.
Pero Carrasco le buscó la vuelta. Durante la semana probó y
habló con Ángel Rodríguez un volante todo-terreno, para saber si podía darle
una mano en la zaga. "Juan me agarró en el primer entrenamiento del lunes
y me dijo si me animaba a jugarle atrás, en la zaga. Yo no tengo problemas,
nunca los tuve. Estoy para jugar donde el técnico me lo pida. No me lo
confirmó, pero estuve jugando en la zaga. Si tengo que jugar ahí, juego. Voy a
tener que estar más concentrado que nunca", dijo el polifuncional de los
darseneros, un regreso clave en el equipo.