jueves, 1 de junio de 2017

ESPAÑA . FUTBOL



Fútbol sí, pero no a precio de oro
La subasta por los derechos no contará con la participación de Orange o de Vodafone.
A poco más de un mes para conocer quién será el propietario de los derechos del fútbol de cara a la próxima temporada, los principales actores parecen haber entrado en una guerra de la que solo unos pocos podrán salir victoriosos. Porque el fútbol es, además del deporte rey y una de las actividades que más dinero mueven alrededor del mundo, el as en la manga con el que las televisiones intentan jugar sus mejores cartas, conocedoras de la elevada cuota de audiencia interesada en el seguimiento de su equipo favorito en cualquiera que sea el acontecimiento.
Tras darse a conocer la intención de la UEFA para incrementar hasta un 30 % los precios para su derecho de emisión, dos gigantes de las telecomunicaciones en España, Vodafone y Orange, han decidido tirar la toalla y descartan su participación en la puja. Las cuentas no les salen. Todos quieren ofrecer la Champions en su parrilla, pero si algo tienen claro es que no va a ser a cualquier precio.
Los dos operadores, que sin embargo sí participaron en la última subasta, se adjudicaron el lote de los bares. Ahora han dejado clara su posición pese a que no descartan ofrecer los contenidos del fútbol europeo a sus abonados pero, en esta ocasión negociando con aquel que logré adjudicarse los tan codiciados derechos televisivos.


La voz de alarma
Un cambio de tendencia que puede resultar muy significativo de cara a futuros concursos, porque si los tres principales operadores –Orange, Vodafone y Telefónica– decidieran no acudir a la puja , los precios caerían en picado. Una situación alarmante por la inviabilidad del modelo tras el incremento excesivo e injustificado de la «burbuja futbolística» que obliga a las telecos a dar la espalda a un sector que tan buenos ingresos estaba sufragando para este deporte.
Esta decisión pone de manifiesto el malestar de las tres grandes operadoras a nivel nacional por la desmesurada tarifa del fútbol televisado, que en España se ha disparado exponencialmente en los últimos años. Tanto es así que para que salgan las cuentas, y mientras que los precios reales oscilan entre los 10 y los 20 euros, se calcula que los operadores deberían cobrar hasta 50 euros al mes para que la emisión en directo resultase fructífera, según fuentes citadas por El País.
Pese a que las televisiones están realmente atraídas por adquirir los derechos de emisión, la situación real es que les resulta dificil rentabilizarlos. Y si a los operadores «en abierto» ya no les salían los números, el problema reside ahora en que tampoco les salen las cuentas a los operadores de pago.



Y es que nos encontramos inmersos en una burbúja futbolísitca que parece ir en aumento subasta tras subasta. Mientras que la lucha por ofrecer el precio más competitivo era una de las mejores armas, la mayor preocupación ahora parece residir en un modelo que no funciona, con unos precios desorbitados que suponen la ruina para sus balances.
Unos derechos que se han convertido en un comercio en el que los beneficiarios iniciales de los mismos son la Liga de Fútbol Profesional y la UEFA, y en el que curisosamente, los operadores televisivos son los grandes perjudicados. Porque dentro de este ir y venir de ingresos la venta de los derechos audiovisuales donde la televisión es la principal protagonista, significa una gran fuente de ingresos para los equipos.




Santuarios del deporte The-Forum-Inglewood



ESPECIAL FINALES HISTÓRICAS | 1987
Magic reinó en la última final Lakers-Celtics del siglo XX
Johnson llevó a los Lakers hasta su décimo anillo liderándolos en puntos, rebotes, asistencias y robos ante un Bird que se postró ante su enemigo.
Lakers-Celtics, el gran clásico de la NBA entre los dos equipos más laureados de la historia de la mejor Liga de baloncesto del mundo. Hace seis años pudimos disfrutarlo por última vez en unas Finales (4-3 para los angelinos), dos después de un reencuentro que se había hecho esperar más de dos décadas (4-2 para los de Boston), las que pasaron tras el último duelo por el anillo en el siglo XX entre estas franquicias legendarias.



Fue en 1987. Rivales acérrimos, ambos llegaron con los mejores balances de sus respectivas conferencias (65-17 los Lakers y 59-23 los Celtics). Y en temporada regular, dos victorias para los angelinos (110-117 y 106-103). El equipo deMassachussets defendía el título conquistado el año anterior ante los Rockets y los Lakers, querían recuperar el trono que alcanzaron en 1985, precisamente ante los Celtics. Fueron las Finales de Magic Johnson, líder de su equipo en puntos (26,2), rebotes (8,0), asistencias (13,0) y robos (2,3), casi un triple-doble de media ante un Larry Bird también imperial (24,2, 10,0, 5,5 y 1,2), pero que terminó rindiéndose a la clase de su archienemigo: "Magic es un gran, gran jugador de baloncesto. El mejor que he visto", dijo el alero. Al margen del papel también estelar de los titulares Kareem Abdul-Jabbar, James Worthy y Byron Scott en los Lakers, y de Dennis Johnson, Kevin McHale y Robert Parish en los Celtics, el factor que inclinó definitivamente la balanza a favor de los californianos fue su banquillo, muy superior. Michael Cooper y Mychal Thompson, padre del escolta de los Warriors Klay Thompson, jugaron muchos minutos y fueron importantes, frente a la muy secundaria nómina de suplentes célticos, con un Bill Walton crepuscular que apenas tuvo trascendencia en el juego.


Ya con el sistema 2-3-2, la serie se inició en el mítico Fórum de Los Ángeles con dos victorias locales relativamente cómodas. En el primer partido, el 2 de junio del 87, Worthy se aprovechó de los magníficos pases de Magic (13 asistencias) para anotar parte de sus 33 puntos. Y ante el dominio de Abdul-Jabbar bajo tableros y la anotación del propio Johnson (29 tantos), Bird (32), con poca ayuda, no pudo evitar la derrota. Dos días después, Magic, bien defendido por Danny Ainge, buscó otras opciones con 20 pases de canasta, muchos de ellos para un gran Michael Cooper, que convirtió seis triples de siete intentos (récord en ese momento en playoffs). Scott también vio aro con facilidad para el 2-0 de los Lakers.


Y tras acortar distancias los Celtics en el tercer duelo, gracias a un Bird fantástico y a la buena actuación reboteadora (9) y defensiva de Greg Kite (jugó más por los problemas de faltas de Parish), llegó el partido clave de la eliminatoria, el cuarto. Los locales salieron crecidos en el Boston Garden y llegaron a tener 16 puntos de ventaja en el tercer cuarto, con muy buenos números del cinco titular, sobre todo de Kevin McHale. Pero los Lakers nunca se rindieron y a falta de 5:30 para el final igualaron el marcador (95-95) con un skyhook de Abdul-Jabbar. Y aún supieron levantarse del 8-0 posterior. Con un triple de Copper se pusieron a tres (103-100). Los Celtics cometieron varios errores y llegaron tres jugadas para la historia: el mate enalley-oop de Kareem a pase de Magic para el 103-104; el triple de Bird para el 106-104; y el histórico gancho del base angelino que decidió el partido (106-107) tras un tiro libre de Kareem y pérdida local en el rebote del otro a siete segundos del final. McHale aún se lamentará de no haber podido alcanzar al mago de Michigan, quien botó hasta la zona a través del pasillo abierto por Cooper, que arrastró a Ainge hasta la línea de tres puntos, para lanzar un majestuoso gancho, apenas metro y medio por delante del tiro libre, por encima de los desesperados dedos de McHale y Parish. Quedaban sólo dos segundos y Bird tuvo un último lanzamiento incomprensiblemente libre de marca, pero no entró.


Fue un duro golpe para Boston, que al menos evitó que su enemigo celebrara el título en el Garden. El champán, que ya habían puesto a enfriar los de Pat Riley, tuvo que esperar tras un duelo dominado por Dennis Johnson, pese al casi triple-doblede Magic (29 puntos, 8 rebotes y 12 asistencias). La fiesta púrpura y oro se celebró en el sexto encuentro, en la vuelta al Forum. Partidazo de Abdul-Jabbar (32 puntos), con la cabeza afeitada, y de un Magic que fue de más a menos. Los Lakers fueron perdiendo hasta entrado ya el tercer cuarto, pero remontaron tras un contraataque acabado en mate del genial playmaker, MVP de las Finales. Thompson fue importante desde el banquillo y el anillo fue a parar a los manos de los angelinos.
Fue el comienzo de una larga travesía por el desierto de los Celtics, que no volverían a las Finales hasta 2008, mientras que sus eternos enemigos, aun con altibajos, conquistaron antes de ese año otros cuatro títulos y estuvieron en tres Finales más. Ahora parece complicado que el gran clásico de la NBA renazca a corto plazo.

Mítico Great Western Forum, pabellón del equipo desde 1967 hasta 1999. Short llegó a Los Ángeles