’El Clásico’: Horario
9 hs. ARGENTINA el Real Madrid -
Barcelona
Los colegiados destacan la fortaleza mental que requerirá
Sánchez Martínez para dirigir un partido de máxima rivalidad
Hubo un tiempo, en los años setenta, en el que en los campos
de fútbol de Catalunya a los árbitros se les gritaba “¡Guruceta!” a modo de
reproche o insulto. Es un ejemplo de la trascendencia social que históricamente
ha tenido el clásico y de la presión que ejercen sobre los jueces. José Emilio
Guruceta había pitado penalti en una falta fuera del área en un FC
Barcelona-Real Madrid de la Copa del Generalísimo en el año 1970, una
equivocación marcada a fuego en la historia del barcelonismo. Algunos de los colegiados
que han dirigido clásicos desde entonces destacan que la repercusión de este
partido no exige una preparación especial en profesionales experimentados, pero
pone a prueba su fortaleza psicológica.
Sánchez Martínez dirigirá mañana su primer clásico de Liga,
el Real Madrid-FC Barcelona (13.00h). Eduardo Iturralde González, uno de sus
predecesores, supone que por este motivo habrá recibido llamadas de todas
partes. “Incluso de lugares inverosímiles”. Llamadas de medios, no presiones,
precisa. Iturralde no tenía un buen cartel en Chamartín porque con ningún otro
silbato el Madrid ha perdido más partidos (9) en el Bernabeu, pero salió
indemne de varios clásicos. “No hace falta que veas las repeticiones. Te duchas
y después enciendes el teléfono. Si tienes 500 mensajes es que has hecho un
partidazo, si tienes 10 ha sido un mal partido”.
Iturralde
González
En pleno barullo Iniesta me dijo ‘disfruta, Itu’. Esa frase
me llegó al alma, este tío es un fenómeno”
Recuerda especialmente aquel 5-0 del 2010 de Pep Guardiola a
Mourinho. En el barullo del final provocado por una patada de Ramos a Messi por
la que el defensa blanco fue expulsado, Iniesta le comentó: “Disfruta, Itu”.
“Esta frase me llegó al alma, este tío es un fenómeno, es dios, cómo no lo vas
a querer”. Y después del pitido final, una agradable sensación de bienestar.
“Es el mejor momento, bajas la tensión y te sientes liberado, y te das cuenta
de que tenías algo dentro aunque no lo hubieras notado”.
La preparación no tiene nada de especial. “Quien prepara
diferente el partido es la prensa, ni los jugadores, ni los árbitros”, según
Iturralde. Coincide César Muñiz Fernández, el asturiano que nunca se quedó
corto en el uso de la gomina. Convergen, también a la hora de subrayar la
fortaleza mental que se requiere para metabolizar la presión ambiental y las
posibles equivocaciones. “El error va en la maleta en el mundo del fútbol y el
que peor lo pasa es el árbitro. En ninguna profesión te quieres equivocar, pero
marcha atrás no puedes dar y lo que tienes que hacer es intentar no equivocarte
en la siguiente jugada”, dice Muñiz, que se declara víctima de “acoso
mediático”. “Viví una época convulsa, con la tensión y la rivalidad al máximo”,
recuerda en referencia a los años de Mou.
Para Iturralde, el arbitraje es “una escuela de la
psicología”. “Tendría que enseñarse como una rama de la psicología”, bromea.
“Para llegar a árbitro de Primera son muchos años que convives con el error,
pero lo que te interesa es lo que dice la gente del fútbol. Los programas de
después son espectáculo, pan y circo”. El problema, sostiene, es que “en un
clásico un error se convierte en un gran error”.No existen presiones explícitas
para condicionar al árbitro, según Iturralde, pero sí la excitación previa al
partido. “Los nervios pasan cuando pitas y sientes que estás en tu medio, sobre
el césped, con los jugadores”.
A Andújar Oliver, que fue un colegiado peculiar, nunca le
correspondió un clásico, pero defiende la honestidad del colectivo. “¿Por qué
no ponéis como un estropajo a Cristiano Ronaldo y Messi cuando se equivocan?”,
exclama el ahora comentarista, tarea que también ejercen los otros dos árbitros
citados. “Veo más limpieza en el arbitraje que en los medios, en los que llevo
22 años”.
Segundo clásico para Sánchez Martínez
Es natural de Lorca, tiene 34 años y la actual es su tercera
temporada en Primera. Se trata de José María Sánchez Martínez, el colegiado que
dirigirá el clásico de mañana. Será su segundo Real Madrid-FC Barcelona, tras
el que arbitró el 16 de agosto en la Supercopa y que terminó con victoria
blanca por 2-0. Aquel día enseñó dos tarjetas amarillas (a Mascherano y Luis
Suárez).
Adquirió la categoría de internacional el pasado 1 de enero.
Se trata de un colegiado CORE, es decir, formó parte de un grupo de árbitros jóvenes
seguidos de cerca por la UEFA para comprobar su evolución. Ha dirigido en ocho
ocasiones al Madrid, con un balance de 7 victorias y 1 empate para los
madridistas. Al Barça le ha pitado en los mismos partidos con un cómputo peor
(5 triunfos, 2 empates y la referida derrota del Bernabeu).
Cuando estaba en Segunda División fue el colegiado del
Girona-Lugo en el que los de Montilivi lo tenían todo en la mano para subir
pero no lo hicieron y en el que su asistente recibió un botellazo,
circunstancia por la cual el partido estuvo parado durante unos minutos.