En 1.142 días de gestión, el técnico firmó, al menos, 12
convenios distintos con Jadue y la ANFP. El DT selló dos vínculos: uno laboral
y otro comercial. La figura de Alta Lake Investing aparece siempre.
Ese 3 de diciembre de 2012, pasadas las 15 horas, Jorge
Sampaoli se vistió por primera vez con el buzo de la selección chilena. La
chaqueta le quedó grande, pero no se complicó. En su interior sabía que la
responsabilidad le calzaba perfecto. A eso apostaba Sergio Jadue también, en
días en que recién iniciaba su tratamiento para bajar de peso. Fue una ceremonia corta, sobria, la típica
firma de un contrato ante las cámaras.
Exactamente 1.142 días después, el rito de despedida fue
mucho más escuálido. Duró segundos. Con un apretón de manos, Sampaoli y Arturo
Salah, el presidente recién electo, le ponían fin a una salida traumática, en
medio de críticas y dudas sobre los vínculos que suscribió con la ANFP. Los
conocidos y también los que selló en privado durante su exitoso paso por la
Roja. Y no fueron pocos.
La Tercera tuvo acceso a la mayoría de los contratos y
anexos de contrato del técnico con la Asociación. Específicamente a 10 de 12
documentos que cerró en su proceso, casi todos mientras Jadue dirigía el
fútbol. Una cadena de cláusulas y fechas que reflejan las modificaciones del
compromiso laboral del casildense. Todas al alza de sus ingresos, por concepto
de sueldo, bonos, premios y regalías, tanto para él y sus colaboradores,
Sebastián Beccacece y Jorge Desio (preparador físico).
Desde un comienzo, por ejemplo, el DT puso su rúbrica en dos
contratos. Uno de trabajo (fechado el 3 de diciembre de 2012) y otro de
“comercialización y licencia de derechos de imagen”. En este último documento
ya aparecía la figura de Alta Lake Investing Limited, “constituida y vigente en
conformodidad a la legislación de las Islas Vírgenes Británicas, representada
por don Jorge Sampaoli Moya”, indica su redacción.
Lo llamativo de este
convenio es que está inscrito el 31 de enero de 2012, período en que
todavía era el adiestrador de Universidad de Chile. La fecha se repite en
posteriores cambios del pacto por derechos de imagen. Según la ANFP, fue un
error de tipografía.
El 3 de diciembre de 2013, con la Selección clasificada a la
Copa del Mundo, el compromiso entre el técnico y la ANFP sufrió su primer gran
ajuste. En el contrato laboral se estipula un incremento líquido anual de US$
450 mil a US$ 630 mil, que se pagará en “doce (12) cuotas iguales, mensuales y
sucesivas de US$ 52.000”. La redacción indica que este dinero se cancelará “el
último día hábil de cada mes, en efectivo, cheque, vale vista, depósito en
cuenta corriente o transferencia electrónica bancaria en su equivalente a
pesos”.
Sampaoli ya recibía
un premio por partido, equivalente al doble de lo pactado por los
jugadores para cada duelo amistoso u oficial. La diferencia es que en diciembre
de 2012 se define un valor bruto del bono y, un año después, la cifra se
expresa en “valor líquido”.
El aumento es similar en el concordato por derechos de
imagen (US$ 450 mil a US$ 630 mil). Por otra parte, suben todos los pagos
variables en función al cumplimiento de “resultados deportivos obtenidos por la
Selección Nacional Absoluta”. Todas las cifras se duplican, incluyendo el
premio por ganar la Copa América. Así, por ejemplo, mientras Sampaoli se
embolsaba US$ 800 mil por ganar la Copa América de Chile, con la modificación
de su contrato su ganancia llegaba a US$ 1,630 millones. Este acuerdo es por
derechos de imagen y Sampaoli firma como representante de la sociedad de Islas
Vírgenes, Alta Lake.
De hecho, en diciembre de 2013, ya se define el monto que
recibirá el entrenador por clasificar a Rusia 2018 (US$ 1 millón 260 mil) y
hasta una suma por ser campeón del mundo (US$ 5,3 millones).
Después de Brasil 2014
El palo de Pinilla y el llanto de Medel en Belo Horizonte
marcaron la eliminación de Chile en Brasil 2014, ante el combinado local. La
imagen deportiva de La Roja salió el mundo y Jorge Sampaoli subía todavía más
su estatus como técnico. La potencial partida del transandino a un mercado más
importante comenzó a retumbar en Quilín. Con esos elementos, Sampaoli y la
ANFP, una vez más, se sentaron a renegociar el convenio con el DT, el 1 de
agosto de 2014.
En el caso de licencia de derechos de imagen, el gran cambio llegó en la compensación fija. De US$
750 mil que iba a ganar desde el 15 de diciembre de 2014 al 14 de diciembre de
2015, el bono creció a US$ 1.120.000. Y así, sucesivamente, la cantidad aumentaba
a US$ 1.270.000 (2016), US$ 1.620.000
(2017) y US$ 1.870.000 (2018).
El contrato de trabajo, en tanto, también fechado el 1 de
agosto de 2014, sólo varió en su extensión, hasta el 31 de diciembre de 2018.
En cuanto a la cláusula de salida del argentino, los términos se mantuvieron
iguales, pero con una salvedad fundamental: el término anticipado del vínculo
obligaba al pago de una “cláusula penal” equivalente a los sueldos restantes
del DT hasta el final del convenio, “salvo que exista alguna de las causales
previstas en los artículos 159 y 160 del Código del Trabajo”.
Fernando Baredes, abogado de Sampaoli y Beccacece, esgrimió
el primer artículo para justificar a sus clientes de no cancelar dinero por su
partida de la Roja. Esta salvedad, eso sí, no fue especificada en el pacto del
16 de noviembre de 2015, que fue dado a conocer por www.theclinic.cl, en el que
por primera y única vez firmaron por separado Sampaoli, Beccacece y Desio.
Antes de Chile 2015
En cada entrevista del casildense a un medio internacional,
dejaba la puerta más que abierta a un adiós. El 1 de mayo de 2015, a un mes y
días del inicio de la Copa América, Sampaoli y la dirigencia del balompié
revisaron los dos contratos del entrenador. Al de trabajo se le agregó un anexo
que reajustaba el salario del seleccionador hasta el 14 de diciembre del año
pasado. Éste subió a un líquido de US$ 145.833. También se estipuló un aumento
progresivo para 2016 (US$ 158.333), 2017 (US$ 187.500) y 2018 (US$ 208.333).
Los premios por resultado se mantuvieron en la mismas condiciones, aunque el 30
de septiembre de 2015 se estableció que eran “acumulativos”.
Ese 1 de mayo, además, Jadue, Nibaldo Jaque (Secretario
General de la ANFP) y Sampaoli (Alta Lake Investing) firmaron la “resciliación
y finiquito de contrato de comercialización de licencia y derechos de imagen”
del técnico. En noviembre, con el escándalo de la FIFA encendido y con Jadue ya
fuera de Quilín, Sampaoli firmó su último contrato con la directiva subrogante.
El único en que se reunieron los contratos de trabajo y de derechos de imagen.
Sampaoli ya se fue de la Roja, sus éxitos deportivos
quedarán grabados para siempre. Sus contratos, en tanto, hoy están en manos de
la justicia chilena.