Mass damper, doble difusor, morro flexible, motores
híbridos... y, ahora, suspensión activa: la última pesadilla de Ferrari
La FIA espera aclarar la legalidad del polémico sistema de
ballesta antes de los test
Primero fue el 'mass damper' de Renault, luego el doble
difusor de Brawn GP, más tarde el morro flexible de Red Bull, últimamente han
sido los motores híbridos de Mercedes y lo próximo puede ser la suspensión
activa de esta misma escudería y de Red Bull. Desde el último título de Michael
Schumacher en 2004, Ferrari siempre ha ido por detrás de sus rivales a la hora
de innovar, desarrollar e ingeniar soluciones para los nuevos retos que plantea
la Fórmula 1 cada tres o cuatro años. Y no parece que eso vaya a cambiar en
2017.Ferrari no ha encontrado los apoyos necesarios para prohibir la suspensión
activa de Mercedes y Red Bull, un sistema en el que ambas escuderías llevan
trabajando al menos desde 2015 y que Ferrari ha sido incapaz de imitar con
éxito desde entonces. La semana pasada se discutió la legalidad de este sistema
en una reunión entre los directores técnicos de las escuderías y la FIA, pero
no hubo consenso al respecto y el máximo organismo del automovilismo espera
aclarar las dudas antes de que arranquen los primeros entrenamientos de
pretemporada en Montmeló.
Aislamiento de FerrariSólo tres equipos apoyaron la protesta
de Ferrari, y ni siquiera la FIA tiene claro que el polémico sistema de
suspensión activa afecte directamente al rendimiento aerodinámico del
monoplaza, lo cual violaría el Artículo 3.15 del reglamento técnico de la F1.
Está en juego mucho más que la presumible superioridad de Mercedes y Red Bull
gracias a este ingenioso sistema del tercer brazo en la suspensión. El escaso
apoyo recibido por Ferrari demuestra la creciente pérdida de influencia de la
escudería italiana en la Fórmula 1. Y es que 12 años sin ser el mejor equipo
(aun con el título de Kimi en 2007) no los aguanta ningún constructor, ni
siquiera la mítica marca de los bólidos rojos.
Tres opcionesLa división de opiniones de los equipos hizo
que se propusieran varias ideas para resolver el espinoso asunto: volver a la
suspensión tradicional como defiende Ferrari, un cambio a la suspensión activa
para el que la 'Scuderia' no está preparado o no establecer ninguna restricción
en los conceptos hidráulicos actuales para que convivan ambos sistemas, el
nuevo y el viejo.El director de carrera de la FIA, Charlie Whiting, se ha
comprometido a seguir estudiando el asunto y dar una respuesta definitiva antes
del 27 de febrero, que es cuando arranca oficialmente la pretemporada de
Fórmula 1. Aunque la opinión de Whiting no es vinculante y sólo tiene sólo
carácter consultivo, por lo que si no hay consenso antes de que empiece la
temporada en Australia, los equipos podrán impugnar el resultado de un gran
premio si creen que algún rival ha violado la normativa sobre los sistemas de
suspensión.
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