viernes, 26 de abril de 2013

HASTA CUANDO SE SOPORTA LA SOBERBIA DE PIZZI

Hasta cuando, los periodistas acreditados, deberán soportar la Soberbia de Juan Antonio Pizzi, que toda vez que realiza una conferencia de prensa, da la sensacion de - imponer - su criterio y no aceptar ningun tipo de analisis que escape a su carencia de lenguaje rebuscado. Que evidentemente debería ser asistido por un profesional en fonoaudiologia, Quizas su problema de dicción logre mojorarse por el bien de su persona, por quienes debemos escucharlos y a veces adivinar que quiere decir.
Que ejemplo, puede dar Juan Antonio Pizzi, que, se vinculó con San Lorenzo, estando en funciones CARUSO LOMBARDI.
Ahi no aparecio Victorio Nicolas Cocco, con la Asociacion de Tecnicos del Futbol  y , por lo menos, expresar algo. Que se yo, falta de ética, falta de ......
Hasta cuando debemos soportar, periodistas complacientes, hacia alguien que no demostro respeto con un colega en funciones.
Y nadie, se lo marca. Toda vez que algun periodista quiere saber algo. Como el caso AGUIAR, pobre uruguayo, le cortó la carrera en San Lorenzo- Pizzi se puso nervioso, y de mala manera, no contesto la verdad de lo ocurrido...
Hasta cuando soportar en un futbol profesional, a personas tan caprichosas y eludiendo la responsabilidad de contestar....a toda pregunta que se le requiera...
No me imagino que algun directivo europeo, le seduzca contratar a alguien, que no sabe, ni siquiera asumir la responsabilidad de una respuesta al periodismo.....

lunes, 8 de abril de 2013

La dictadura de los preparadores físicos



La cantidad de jugadores lesionados que debilitan a los equipos fecha tras fecha debería poner en foco el trabajo durante la semana. Los técnicos resignaron espacios de poder ante el protagonismo de preparadores físicos que les coparon el territorio e invirtieron los roles. 


¿Cuántos son? ¿Cuántos? Ya se perdió la cuenta. Los jugadores del fútbol argentino que vienen sufriendo y padeciendo distensiones, desgarros y otras lesiones de menor o mayor gravedad ya superan largamente los pronósticos más pesimistas. Boca, por citar un caso, con la cantidad de jugadores averiados que debilitan su plantel, es un testimonio que camina en esa dirección. No es el único. Hay varios. O hay demasiados.

   Día a día se multiplican las víctimas mientras el ambiente del fútbol (jugadores, cuerpos técnicos, periodismo) ya naturalizó los daños colaterales en nombre de eventualidades que no son tales.    
  
   ¿Qué factores operan para que fecha tras fecha existan tantas deserciones obligadas por problemas físicos? Seguramente no hay una razón excluyente que explique el fenómeno. De lo que no quedan dudas es que algo importante está fallando, más allá de los imponderables que siempre existen. Pero en este caso no nos estamos refiriendo a los imponderables.
El fútbol físico que hace varias décadas idealizaba el técnico argentino Juan Carlos Lorenzo en sintonía con el fútbol europeo de aquel entonces, terminó instalándose en la Argentina. Los preparadores físicos tomaron decididamente la iniciativa e impusieron condiciones taxativas


   Los entrenadores, en cambio, fueron resignando sus espacios. La semana de actividad de un equipo hoy se focaliza mucho más en el aspecto físico que en el plano futbolístico. Lo mismo ocurre en las pretemporadas, verdaderos escenarios de maratones de resistencia y velocidad que colocan al juego en una instancia secundaria.

   Fernando Signorini (preparador físico desde hace 35 años y entrenador personal de Maradona durante varias temporadas) siempre fue crítico de este desequilibrio que ubica al jugador como un atleta despersonalizado que debe privilegiar la fuerza para imponer sus condiciones técnicas.
Dice Signorini sin ambiguedades: "Es un reduccionismo hablar de preparación física en el fútbol. Así planteado, no existe como tal. El fútbol precisa una preparación futbolística específica. Y no que los jugadores trepen médanos, arrastren trineos, levanten 70 kilos y hagan sesiones de altísimas exigencias propias de otros deportes lejanos al fútbol. Los problemas del fútbol no son físicos. Son conceptuales. Son los que parten del desconocimiento para jugar bien. Aquel que no lo entienda y crea que el músculo puede resolver todo, aporta en una dirección muy equivocada".

   Ese protagonismo desbordado que adquirieron los preparadores físicos en la marcha de los equipos no provocaron, precisamente, un fútbol mejor. En esa dinámica, se crearon condiciones fronterizas al gran riesgo físico. La cantidad innumerable de jugadores lesionados que debilitan a los planteles no son consecuencia directa de situaciones violentas que se expresan en una práctica o en un partido formal. En 9 de cada 10 casos, son problemas musculares que se generan por sobrecargas que determinan roturas de fibras que demandan, como mínimo, tres semanas de recuperación.

   La realidad es que los técnicos argentinos sensibles a consignas falsas, se dejaron ganar la cancha por comodidad o por ignorancia. Los preparadores físicos les coparon el territorio y los fueron desplazando en el área de las decisiones futbolísticas. Los roles se terminaron invirtiendo. Y los jugadores quedaron en el medio de disputas ajenas atrapados por la confusión.
  Y por los desgarros en cadena.  




Por Eduardo Verona - diario popular.

miércoles, 3 de abril de 2013

En España también hay futbolistas gays



Según el secretario general de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, Jesús Generelo, “estadísticamente tiene que haberlos". ¿Está preparado el fútbol español para aceptar la homosexualidad de sus jugadores?


 Robbie Rogers, el internacional de la selección de Estados Unidos, que hasta entonces jugaba en el Stevenage inglés, hizo pública su condición sexual al tiempo que anunciaba su retirada del fútbol con tan solo 25 años. “Era mi escape, mi propósito, mi identidad. El fútbol escondía mi secreto”, escribió el joven Rogers en su blog haciendo pública su orientación sexual y su decisión de abandonar el deporte profesional. La noticia causó un gran revuelo no solo en su país, sino que cruzó el Atlántico, dio la vuelta al mundo y copó los noticieros deportivos de infinidad de canales y prensa de los cinco continentes.
Pero Rogers no ha sido el único, Anton Hysen -hijo del que fuera central del Liverpool y de la Fiorentina, Glenn Hysen- ha sido uno de los últimos en revelar que es gay a través de la revista Offside. Incluso la autobiografía del excéntrico entrenador del Nottingham Forest, Brian Clough, reproducía las palabras que en su día dedicó a Justine Fashanu, poco antes de que desvelase su homosexualidad y comenzará el camino más duro que jamás tuvo que realizar, hasta acabar con él un 3 de mayo de 1998, día en el que apareció ahorcado en un garaje de Londres junto a una nota manuscrita en la que decía: “no quiero ser más una vergüenza para mis amigos y familia”. Fashanu se convirtió, así, en el primer futbolista de élite en declarar su homosexualidad.
 



Todos estos ejemplos ponen sobre la mesa uno de los temas tabú de un deporte considerado por la mayoría exclusivamente de o para hombres. Un sentimiento que en España cobra mayor fuerza si cabe, ya que ningún jugador que debuta en la Liga Española ha sido capaz de 'salir del armario'. Y no es que no haya, puesto que según el secretario general de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, Jesús Generelo, “estadísticamente tiene que haber futbolistas homosexuales en España”. Entonces, ¿está preparado el fútbol español para aceptar la homosexualidad de sus jugadores?