lunes, 28 de julio de 2014

El Indio Solari no dejó que un chico con discapacidad viera un partido en el que jugaba su hermano

QUE AHORA LO DIFUNDA    ESPN   - PUES SOLO MUESTRAN OTRA CARA...



El director técnico Jorge Solari no permitió que un chico con discapacidad pudiera presenciar un partido de sexta división en el que juega su hermano, Agustín Gigli. Sucedió el último sábado, en el predio que Renato cesarini tiene en General lagos, donde hizo las veces de local ante Rosario Central, por la Liga Rosarina.

Según las versiones, la mamá y Nicolás (24 años), hermano de Agustín, que juega en la sexta de Central, llegaron al predio y como en cada partido que juega el hermano, las autoridades canallas gestionaron el ingreso al predio de la camioneta que lo transporta -que fue gentilmente facilitado por personal de portería del predio de Renato- y cuyo asiento delantero está especialmente acondicionado para Nicolás.  

Luego de unos minutos apareció el indio Solari en su vehículo particular y de mala manera según las versiones hizo retirar la camioneta del lugar, argumentando que ahí estaba prohibido estacionar por una cuestión de seguridad. 

Heldo Milatich, un colaborador de Central que estaba presente en ese momento y que fue quien contó públicamente lo que había sucedido, trazó incluso un paralelo con lo que sucede cuando les toca jugar el clásico con Newell's a modo de ejemplo. "Los clásicos de inferiores entre Central y Newell's se juegan sin público, pero las autoridades de Newell's en una muy acertada decisión, dejaron ingresar la camioneta y el chico pudo ver el partido desde un lugar muy cómodo, porque primó el sentido común antes que cualquier reglamentación. "s un chico que hace muchos kilómetros para ver jugar a su hermano".  
Si bien nadie confirmó la versión, cuando le preguntaron a Solari si él había agredido verbalmente a la madre, al decirle que "si tenés un hijo discapacitado, aguántatela", el Indio lo negó enfáticamente. "Si después de 73 años que tengo yo hubiera dicho eso, estamos mal, no es mi manera de sentir ni de actuar de ninguna manera", se defendió el DT, quien argumentó que en su club, Renato Cesarini, "todos los chicos son bienvenidos". 

El encargado de contar el incidente en LT 3, fue Heldo Milatich, colaborador de Central en las inferiores. "Estábamos viendo el partido de sexta, donde juega Agustín Gigli, que al igual que su familia es de Coronel Arnold. La madre lo trae siempre en la camioneta, que en la parte delantera está acondicionada para que su hermano Nicolás, con una discapcidad compleja, lo acompañe en todas las canchas en las que vamos. Nosotros hablamos y muy gentilmente en todos lados lo dejan que se acerque al alambrado para que pueda ver a su hermano jugar", relató el colaborador canalla. 

"El sábado sucedió lo mismo -prosiguió con el relato-, la gente de portería muy amablemente nos otorga el permiso y nos deja ir detrás de uno de los arcos hasta que aparece este señor (Jorge Solari), con epitetos pocos felices y retira a la señora y a la camioneta". 

Consultado sobre que cosas había dicho, sentenció que "es irreproducible. Si hay un reglamento me parece bien respetarlo, pero ante algunas cuestiones humanas hay que tenerlas en cuenta. El agrede a la señora, le dice que no puede estar ahí, la señora le explica que tiene un hijo discapacitado, y él le dice una palabra un poco feliz ante este chiquito y se suscitó un inconveniente bastante grande. Los padres hacían cola para agredirlo, nosotros como institución tratamos de preservar la calma, costó demasiado d
desde lo personal, porque daba más ganas de agredirlo que de protegerlo. Vivimos un muy mal momento". 

Respecto de si alguna vez le había visto una actitud similar a Solari, Milatich comentó: "No sé..., fue muy poco feliz lo que hizo, se defendió argumentando de que no puede dejar pasar automóviles ahí por una cuestión de peligro. Pero más que esa excusa era mejor acercarse, elevar una disculpa, que era lo mejor que podría haber hecho en ese momento, puesto que el daño ya estaba hecho". 

El partido terminó 2-1 con gol de Agustín, pero ni su hermano Nicolás ni su mamá pudieron gritar el gol ni festejar la victoria porque ya no estaban. "El chico estaba contento por la victoria y por el gol, pero cuando se enteró de todo lo que había pasado le agarró un ataque de nervios y lo tuvimos que calmar en el vestuario".  

Por su parte, el Indio Solari aceptó lo sucedido y argumentó que dentro del predio no se permiten los vehículos por un problema de seguridad, puesto que "hay muchos chicos jugando, y la otra vez atropellaron a un chico. Es por eso que se prohibió el ingreso de autos". 

Posteriormente explicó que "hablé con la mujer y le dijimos que tenía que sacar el auto. El problema es que estaba el chiquito adentro del auto y lo sentimos, la verdad es que lo sentimos mucho. Si acá todos los chicos son bienvenidos, por algo tenemos y dejamos entrar a los chicos del orfanatao, los chicos down, el lema nuestro es proteger el futuro".
Enseguida comentó que "después fui a hablar con (el técnico de Central Oscar) Craiyacich para decirle que entrara la señora, pero no sé si se había ido o se quedó del lado de afuera, pero se ve que se sintió mortificada y con razón, que me perdone en ningún momento existe en nuestra mentalidad que algún chico se quede afuera en ninguna circunstancia. Y más en esta situación, en casos de estos chicos que tienen esos problemitas, que para nosotros no son problemas, son bienvenidos y están dentro de la cancha".

Por último y al ser consultado sobre si le habría dicho a la mujer que "si tenés un hijo discapacitado aguantátela", lo descartó de plano: "Si después de 73 años, que son los que tengo yo, hubiera dicho eso estamos mal. No es mi manera de sentir ni de actuar". 


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