domingo, 1 de noviembre de 2015

DIEGO FERNANDO LA TORRE, conoce el futbol argentino, y sabe que todo se lo lleva BOCA – pero, no lo dice



ANTE LA DEFINICION DEL TORNEO ARGENTINO Y ADEMAS LA COPA ARGENTINA.
DIEGO Latorre, entiende, y no es un b….. que a Central solo le queda, la imagen que genero de buen futbol, y por tal motivo, se digno, al menos a escribir un comentario en la tradicional revista ole, donde tiene la posibilidad de expresarse. Algunas palabras sobre el entrenador Eduardo coudet y  Rosario Central.
Es como, que, bueno, algo te entrego. Se que eres el mejor equipo. Pero todo se lo llevara a Boca, Porque mete presión en todos lados y Angelici se salva
Es como que Latorre, extrae o intenta ser digno en el futbol argentino. Donde esta inmerso, y sabe que no lograra cambiar tanta mediocridad y tanta demagogia…
Dieguito, gambetita, escribio en OLE

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 diego la torre en revista ole

Sin capacidad, la imagen se agota

Central ha llegado a la definición de dos torneos por algo más que el carisma de Coudet: al DT lo sostiene el saber.

 

Ni conjuro ni absurda chicana: en vísperas de la definición de los dos certámenes anuales en nuestro país, Rosario Central puede, con legitimidad, sentirse ganador. Porque si un torneo premia constancia y regularidad, Central ha cumplido con amplitud ambos requisitos más allá de lo que suceda en el desenlace del torneo de Primera y de la Copa Argentina. El equipo de Eduardo Coudet no fue rachero, sino que supo conservar un arranque favorable a despecho de urgencias, presiones y alteraciones en su nómina y dibujo. Sostenerse en el alto rendimiento representa, de por sí, un valor en el rango de méritos.

Aunque no constituya una fórmula de eficacia absoluta -perseguir ese propósito en fútbol representa un absurdo-, Central alcanzó una mezcla rica, con jugadores de experiencia y juventud. Pero esa combinación no puede obviar los nombres propios porque constituyen al equipo. Hay, pues, columnas como Mauricio Caranta, Alejandro Donatti, Javier Pinola y Nery Domínguez, que se suman a chicos promisorios como Franco Cervi y Giovani Lo Celso. La influencia de Marco Ruben excede lo circunstancial porque potenció atributos colectivos y gravitó individualmente. Ruben regresó a su cuna con el dominio de unas capacidades que no había expuesto en una trayectoria que comenzó en Rosario, siguió en River y se extendió a ligas de Europa y América. Notable durante todo el año, el delantero fue determinante por gestión propia,

definitorio en partidos de eliminación directa y en ámbitos demandantes como los clásicos.
¿Qué rol ha cumplido Chacho Coudet en todo esto? El DT tiene una dimensión que supera su carisma. Pertenece al barrio, Arroyito sabe de su huella, inyecta optimismo y parece un par de los jugadores no sólo por su edad sino también por cómo se desenvuelve. La personalidad del Chacho conecta enseguida por su magnetismo con las emociones del hincha y los jugadores. Ese mensaje, así, logra una penetración más profunda, pero no se agota en eso, porque si Coudet no dispusiera de conocimientos para transmitir, aquellos atributos serían de duración efímera. Esa capacidad sirve para la contención de los futbolistas, que son los primeros en detectar cuando el emisor del mensaje sólo se refugia en lo emocional. El jugador espera de quien lo conduce un saber que se verifique en la cancha, que aquellas lecciones trabajadas en los entrenamientos se reproduzcan ante el rival. La apuesta de Coudet remite al atrevimiento porque anima a sus futbolistas a jugar, a intentar la búsqueda ofensiva sin temor a la equivocación. En ocasiones abunda el vértigo sobre la pausa y en otras la pasión aludida se traslada a los movimientos. Pero, en general, la formación ha mantenido el equilibrio, una distinción singular si se considera cuánto fervor genera Central en su cancha. Evitar el desorden, poder ser impermeable al contexto para no subirse al ritmo de la gente es mérito de quien selecciona y de sus intérpretes.
Aunque no constituya una formula de eficacia absoluta – perseguir ese proposito en futbol representa un absurdo ,Central alcanzo una mezcla rica, con jugadores de experiencia y juventud. Pero esa combinación no puede obviar los nombres propios porque constituyen al equipo. Hay, pues, columnas como Mauricio Caranta, Alejandro Donatti, Javier Pinola y Nery Dominguez, que se suman a chicos promisorios como Franco Cervi y Giovani Lo Celso. La influencia de Marco Ruben excede lo circunstancial porque potencio atributos colectivos y gravito individualmente. Ruben regreso a su cuna con el dominio de unas capacidades que no habia expuesto en una trayectoria que comenzo en Rosario, siguió en River y se extendio en Ligas de Europa y America ,Notable durante todo el año, el delantero fue determinante por gestion propia, definitorio en partidos de eliminación directa y ambitos demandantes como los clasicos
Coudet, además, no se ató a rigideces porque modificó esquemas y rotó la dotación con un plus: al colocar, en el tramo final del año, a un único mediocentro ratificó que la responsabilidad defensiva depende de todos y no de un tapón. Enfocado en objetivos pequeños y cotidianos, el Chacho construyó como arquitecto de trayectoria: ladrillo a ladrillo para levantar su obra.




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