ANTE LA DEFINICION DEL
TORNEO ARGENTINO Y ADEMAS LA COPA ARGENTINA.
DIEGO
Latorre, entiende, y no es un b….. que a Central solo le queda, la imagen que
genero de buen futbol, y por tal motivo, se digno, al menos a escribir un
comentario en la tradicional revista ole, donde tiene la posibilidad de
expresarse. Algunas palabras sobre el entrenador Eduardo coudet y Rosario Central.
Es
como, que, bueno, algo te entrego. Se que eres el mejor equipo. Pero todo se lo
llevara a Boca, Porque mete presión en todos lados y Angelici se salva
Es como
que Latorre, extrae o intenta ser digno en el futbol argentino. Donde esta
inmerso, y sabe que no lograra cambiar tanta mediocridad y tanta demagogia…
Dieguito,
gambetita, escribio en OLE
------------
diego la torre en revista ole
Sin capacidad, la imagen se agota
Central ha llegado a la definición de dos torneos por algo más que el
carisma de Coudet: al DT lo sostiene el saber.
Ni conjuro ni absurda chicana: en vísperas de la definición de los dos
certámenes anuales en nuestro país, Rosario Central puede, con legitimidad,
sentirse ganador. Porque si un torneo premia constancia y regularidad, Central
ha cumplido con amplitud ambos requisitos más allá de lo que suceda en el
desenlace del torneo de Primera y de la Copa Argentina. El
equipo de Eduardo Coudet no fue rachero, sino que supo conservar un arranque
favorable a despecho de urgencias, presiones y alteraciones en su nómina y
dibujo. Sostenerse en el alto rendimiento representa, de por sí, un valor en el
rango de méritos.
Aunque no constituya una fórmula de eficacia
absoluta -perseguir ese propósito en fútbol representa un absurdo-, Central
alcanzó una mezcla rica, con jugadores de experiencia y juventud. Pero esa
combinación no puede obviar los nombres propios porque constituyen al equipo.
Hay, pues, columnas como Mauricio Caranta, Alejandro Donatti, Javier Pinola y
Nery Domínguez, que se suman a chicos promisorios como Franco Cervi y Giovani
Lo Celso. La influencia de Marco Ruben excede lo circunstancial porque potenció
atributos colectivos y gravitó individualmente. Ruben regresó a su cuna con el
dominio de unas capacidades que no había expuesto en una trayectoria que
comenzó en Rosario, siguió en River y se extendió a ligas de Europa y América.
Notable durante todo el año, el delantero fue determinante por gestión propia,
definitorio en partidos de eliminación directa y en ámbitos demandantes como
los clásicos.
¿Qué rol ha cumplido Chacho Coudet en todo esto? El DT tiene una dimensión
que supera su carisma. Pertenece al barrio, Arroyito sabe de su huella, inyecta
optimismo y parece un par de los jugadores no sólo por su edad sino también por
cómo se desenvuelve. La personalidad del Chacho conecta enseguida por su
magnetismo con las emociones del hincha y los jugadores. Ese mensaje, así,
logra una penetración más profunda, pero no se agota en eso, porque si Coudet
no dispusiera de conocimientos para transmitir, aquellos atributos serían de
duración efímera. Esa capacidad sirve para la contención de los futbolistas,
que son los primeros en detectar cuando el emisor del mensaje sólo se refugia
en lo emocional. El jugador espera de quien lo conduce un saber que se
verifique en la cancha, que aquellas lecciones trabajadas en los entrenamientos
se reproduzcan ante el rival. La apuesta de Coudet remite al atrevimiento
porque anima a sus futbolistas a jugar, a intentar la búsqueda ofensiva sin
temor a la equivocación. En ocasiones abunda el vértigo sobre la pausa y en
otras la pasión aludida se traslada a los movimientos. Pero, en general, la
formación ha mantenido el equilibrio, una distinción singular si se considera
cuánto fervor genera Central en su cancha. Evitar el desorden, poder ser
impermeable al contexto para no subirse al ritmo de la gente es mérito de quien
selecciona y de sus intérpretes.
Aunque no constituya una formula de eficacia absoluta – perseguir ese
proposito en futbol representa un absurdo ,Central alcanzo una mezcla rica, con
jugadores de experiencia y juventud. Pero esa combinación no puede obviar los
nombres propios porque constituyen al equipo. Hay, pues, columnas como Mauricio
Caranta, Alejandro Donatti, Javier Pinola y Nery Dominguez, que se suman a
chicos promisorios como Franco Cervi y Giovani Lo Celso. La influencia de Marco
Ruben excede lo circunstancial porque potencio atributos colectivos y gravito
individualmente. Ruben regreso a su cuna con el dominio de unas capacidades que
no habia expuesto en una trayectoria que comenzo en Rosario, siguió en River y
se extendio en Ligas de Europa y America ,Notable durante todo el año, el
delantero fue determinante por gestion propia, definitorio en partidos de eliminación
directa y ambitos demandantes como los clasicos
Coudet, además, no se ató a rigideces porque modificó esquemas y rotó la
dotación con un plus: al colocar, en el tramo final del año, a un único
mediocentro ratificó que la responsabilidad defensiva depende de todos y no de
un tapón. Enfocado en objetivos pequeños y cotidianos, el Chacho construyó como
arquitecto de trayectoria: ladrillo a ladrillo para levantar su obra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario