A Jonás Galgo Gutiérrez le queda poco del apodo con el que deslumbró. En las filas del Dépor apenas ha participado en segundas partes y le está costando mostrar aquella zancada.
-¿Por qué?
-El hecho de llegar tarde y encontrar un equipo que
hizo una gran primera vuelta hace que a uno le toque correr desde atrás.
Y en el momento en que empezaba a tener continuidad me tocó una lesión,
pero trato de no mirar hacia atrás. Soy muy positivo y trato de mejorar
y mirar solo el presente y lo que viene. No puedo hacer nada por ver lo
que pasó. Solo sé que al llegar tarde uno corre con desventaja, porque
hay otros chicos que han hecho la pretemporada en tiempo y fecha. Y eso
son las circunstancias en que me encontré, no una excusa. Uno mira atrás
y ve que hay una segunda vuelta para mejorar lo que hice en la primera.
¿Se está adaptando a ser un futbolista nuevo? Aparentemente poco tiene que ver con aquel carrilero del Mallorca.
-Hay que decir que salvo los partidos que pude jugar
de titular, contra el Atlético y el Levante, no he jugado en banda.
Contra el Mirandés actué más por dentro. Pero fueron las circunstancias
que me tocaron. Cuando uno entra con 15 o 20 minutos para tareas
defensivas, uno trata de cumplirlas y de ayudar al equipo al máximo.
Cuando sales desde el minuto 1 puedes jugar como estás acostumbrado.
-¿Pero ha sido más por indicación del entrenador o porque usted ya no se siente tan regateador y profundo?
-No, a mí me gusta y disfruto la banda, ir por fuera, el uno contra uno...
-¿Más que jugar de mediocentro?
-Me ha tocado jugar mucho de mediocentro, porque en
el Newcastle tuvimos muchos problemas con las lesiones y ocupé distintas
posiciones. Uno siempre trata de ayudar. La posición a la que estoy
acostumbrado y a la que siempre jugué fue la de banda izquierda, pero el
míster es el que decide. Acá estamos para trabajar y darlo todo, pero
no me siento un futbolista que haya cambiado mi forma de jugar. Sí que
antes era mucho más alocado, ahora uno analiza más el momento. Pero eso
es cosa de la experiencia. En algún momento volveré a encontrar mi lugar
por banda.
Físicamente ya no parece tan liviano, sino más armado.
-Pero eso también es porque me ha tocado llegar de un
club inglés y ahí la contextura de los jugadores es otra. Muscularmente
es obvio que hay un cambio respecto a Mallorca, pero eso tampoco quiere
decir nada, porque en Inglaterra hacía la banda.
-¿Allí se hace más gimnasio que aquí?
-Sí, cuando llegué hablé con los médicos. Yo estaba
en un peso y he perdido cuatro kilos respecto a lo que pesaba en
Inglaterra. Me dijeron que esta era otra Liga. Está claro que mi tren
superior es bastante... tengo una espalda bastante... y que parece
que... pero no es por otra cosa. Eso hace que por ahí se me vea un poco
enorme (se ríe), pero...
-Se le ha comparado con un gladiador.
-Sí, pero creo que es más por la contextura de mi
espalda y porque tengo las piernas flacas, entonces es el contraste. Me
lo han dicho. Ya mi espalda no la voy a poder cambiar.
-¿Cree que tras la enfermedad le ha cambiado el metabolismo?
-Sí que muscularmente tenía mucho más peso en
Inglaterra de lo que tengo acá, pero es otra Liga, y nada más. Yo me
siento futbolista de banda, me ha tocado entrar a ayudar para defender
el lateral y tener el balón. Lo que más me gusta es jugar por banda,
porque es lo que siempre hice, pero si el míster me dice que cumpla otro
rol, encantado. Acá estamos para ayudar, si no sería un pensamiento muy
egoísta.
«No me gustó la actitud del colegiado en el penalti»
La Real empató al Dépor tras un lance de Jonás con Xabi Prieto.
-¿Fue penalti?
-Para mí no. Y si lo hubiese agarrado y cometido
penalti, lo diría. Siempre he pensado que si uno comete un fallo, debe
reconocerlo. Pero para mí no es penalti. Es más, cuando él siente que mi
brazo está encima del suyo, pero por una cuestión de que está la pelota
ahí y yo tiré el brazo, él se deja caer. Ni llego a hacer fuerza contra
él y menos agarrarlo. Es más, luego veo la jugada, porque sin verla no
quería declarar, porque podía estar equivocado...Pero le pone el brazo al rival...
-Él busca el penalti dejándose caer, el árbitro
compró eso y a mí me amonesta. No me gustó la actitud del colegiado en
ese momento. Me pareció un poco... fui a decirle y me sacaba de al lado
como diciendo: «Vete afuera». Como si fuera... o falta de respeto.
Estuvo un poco chulo. Después en otra jugada posterior le digo que se la
están llevando con la mano en un centro cruzado. Tampoco. Pero ya está.
Nunca me gusta hablar de los colegiados. Sé que pueden cometer errores,
tienen que tomar muchas decisiones en una centésima de segundo. Los
futbolistas también, por eso respeto el trabajo de todos.
-¿Nota diferencia respecto a los árbitros ingleses?
-No, estoy hablando justo de este colegiado. Contra
el Mirandés, cuando jugamos fuera, tuvimos otro que hubo una jugada en
que me resbalo y le dije: «Discúlpame, me resbalé, le pude hacer daño,
quise frenar y me resbalé, el campo estaba así». Y ahí tuvimos un trato
más cordial. Me dijo: «Nada, siempre es un respeto hablar con vos.
Siempre te diriges muy respetuosamente. Gracias». Siempre me dirijo
bien. No es un tema de España e Inglaterra. Estoy hablando de una
circunstancia especial del otro día. No le falté al respeto. Cuando le
reclamé el penalti tampoco fui con aspavientos. No me gustó. Pero queda
en el cajón de las anécdotas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario