Una de las grandes
estrellas de la NBA en la década de los 80 se mostró convencido, a sus 59 años
de edad, de que morirá pronto
A sus 59 años de edad, Larry Bird, que fue diagnosticado en
1995 de arritmia (latidos irregulares del corazón) y durante estos últimos años
ha controlado la situación con medicación, ejercicios y dieta, se mostró
convencido en unas declaraciones a la ESPN de que morirá pronto: “Siempre se lo
digo a mi mujer. No se ven por ahí a muchos tipos de 2,13 de estatura a la edad
de 75 años. (Bird mide 2,09). Ella me odia cuando digo eso, pero sé que sólo
unos pocos de nosotros viviremos más tiempo. La mayoría de jugadores altos no
parecen vivir demasiado”.
Bird, una de las grandes estrella de la NBA en los años 80,
tiene claro que en estos últimos años se han producido una gran cantidad de
muertes repentinas e inesperadas de diversos jugadores NBA prácticamente de la
misma generación, como Tractor Taylor, Lorenzo Charles, Armon Gilliam, Bob
McCann, Mike Mitchell, Lewis Brown, Marshall Rogers, Dwayne Schintzius, Orlando
Woolridge o Pat Cummings, Moses Malone, Darryl Dawkins, Jerome Kersey, Anthony
Mason, Roy Tarpley o Christian Welp. Todos tenían entre 48 y 60 años, eran
jugadores altos, habían estado en la NBA entre los 70 y 90 y la causa del
fallecimiento en todos ellos fueron las paradas cardíacas.
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