La escudería italiana ultima el cambio de patrocinador, Iqos
por el Santander, en un régimen que penaliza la publicidad del tabaco
Ferrari es rojo no solo porque así lo determina el ADN de su
divisa, ligada al cavallino rampante de color negro. La tonalidad cromática
combinada con el blanco también tiene que ver con el patrocinador invisible que
sigue aportando una cifra sobresaliente para que su imagen se deduzca, aunque
no se vea explícitamente, sobre la carrocería del coche. Marlboro es el socio
fantasma de Ferrari. Es la multinacional que a partir de 2018 lucirá, si
finalmente se cierra la negociación, en el alerón trasero. La escudería
italiana ultima el acuerdo con Iqos, el cigarrillo electrónico de Marlboro para
sustituir a una empresa española, el Santander, que abandona la F1 y se marcha
a la Champions. Eso sucede en un régimen que prohíbe la publicidad de la
industria del tabaco desde 2005.
El vox pópuli de la F1 establece que el año pasado unas 90
marcas invirtieron 1.700 millones en los veinte coches de la parrilla durante
los casi nueve meses y las veinte carreras del Mundial. La que más, Marlboro en
el lomo del Ferrari. Y, sin embargo, es la única que no puede mostrar su imagen
corporativa por la prohibición normativa de la UE. ¿Tiene sentido eso para la
casa matriz, Philip Morris?
Desde 1984
Parece que sí a tenor de sus actuaciones. Philip Morris
inició su relación con Ferrari desde 1984, primero colocando pegatinas
patrocinadas en su coche y posteriormente uniéndose como socio corporativo.
Desde 1997 hasta 2010 el equipo de F1 pasó a denominarse Scuderia Ferrari
Marlboro, integrada la marca tabaquera en la gestión de la F1. Marlboro se ha
anunciado durante los años de prohibición con un código de barras en el
Ferrari, en una publicidad subliminal de origen puramente creativo. Son 33 años
de relación que desembocaron hace tres en el nombramiento de uno de los
vicepresidentes de Marlboro, Maurizio Arrivabene, como patrón del equipo de
Fórmula 1. Cientos de millones de inversión en cifras sin confirmar.
Hace siete años el Santander desembarcó en Ferrari
coincidiendo con la llegada de Fernando Alonso. Se juntaron tres líderes en una
sociedad que anunció un periodo de gobierno en la Fórmula 1. Sin embargo,
apareció el Red Bull diseñado por Adrian Newey y tripulado por Vettel y acabó
con la abundancia. Ni Ferrari ni el Santander ni Alonso consiguieron un título.
Ocho años después, el Santander, que aportaba entre 30 y 40
millones anuales, se ha despedido de la F1 y de su socio italiano para volar
hacia nuevos retos en la Champions League. Hace once temporadas que Ferrari, la
marca número uno de la Fórmula 1, no gana el campeonato.
¿Tabaco sano?
Encontrar un patrocinador no parece un gran problema para
Ferrari. Y el equipo ultima el acuerdo con Iqos, el cigarro electrónico de
Marlboro. Del banco al «tabaco sano», todo es posible en la F1. Después de
30.000 millones de inversión y 400 científicos trabajando a destajo e
investigando desde 2008, Philip Morris lanzó el año pasado un cigarro para
desbancar a su marca líder: los tradicionales Marlboro. La compañía presentó en
España el Iqos, pitillo teóricamente un 90 por ciento menos dañino que el
tabaco convencional.
La diferencia fundamental está en la temperatura a la que se
calienta el cigarro. En los pitillos de siempre llega a alcanzar los 800
grados, mientras en el Iqos no supera los 300. Según Philip Morris, se genera
un vapor distinto al humo del tabaco, aunque con la misma cantidad de nicotina.
Un cigarro electrónico pero perfeccionado y sin sabores.
La normativa europea, sin embargo, lo considera igual que el
tabaco convencional. La UE emitió una directiva en este sentido que cada país
está aplicando a su ritmo. Pero de momento, Iqos es el candidato a aparecer en
el alerón de los Ferrari la próxima temporada.
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