A muchos jugadores estrella del fútbol les atrajeron las
grandes cantidades de dinero que pagaba la Súper Liga de China (CSL) tras la
decisión del presidente Xi Jinping de fomentar el deporte en el país.
Pero la mala noticia es que el auge de traspasos a la CSL ha
terminado por el momento debido a las restricciones a la importación de
futbolistas, que forman parte de un paquete de medidas más amplias para frenar
las salidas de capital del país.
La federación de fútbol controlada por el gobierno chino
aplicó un impuesto del 100% a los traspasos de jugadores por valor de más de 7
millones de dólares el verano pasado y luego obligó a los clubes a que en cada
partido de la CSL jueguen el mismo número de jugadores chinos menores de 23
años que de jugadores extranjeros para fomentar el desarrollo de los jugadores
chinos.
Los clubes de la CSL gastaron más dinero en contratar
jugadores que cualquier otra liga en las dos temporadas de contratación
anteriores. En la que acaba a finales de este mes han gastado 86 millones de
dólares, frente a 500 millones el año anterior. El jugador contratado más
famoso esta temporada es el ex barcelonista Javier Mascherano que está al final
de su carrera. Lo ha contratado el Hebei China Fortune por poco menos de 7
millones de dólares para no pagar el impuesto.
Las medidas han reducido en un 30% los derechos de
retransmisión por televisión de los partidos de la CSL y han provocado el temor
a que el progreso del fútbol chino se estanque y disminuyan la asistencia a los
partidos, los patrocinios, la publicidad y los televidentes.
Pekín espera que las medidas hagan que los clubes inviertan
más en las canteras. Hou Po, socio de la consultora Deloitte, opina que las
restricciones también harán que la CSL tenga una mayor estabilidad financiera.
Los 16 equipos de la liga pierden dinero.
Mads Davidsen, director técnico del club Shanghai SIPG, dice
que el aumento de jugadores extranjeros ha mejorado considerablemente el nivel
de los jugadores chinos, pero que el desarrollo de la cantera es la clave para
que China cumpla sus objetivos futbolísticos a largo plazo.
Los clubes de la CSL han empleado trucos para eludir las
reglas, como que un jugador chino menor de 23 años juegue solo unos minutos en un
partido o que un tercero pague el traspaso de un jugador y así no pagar el
impuesto. Pero la federación china ha declarado esta semana que no permitirá
tales artimañas y que podría quitar hasta 15 puntos a los clubes que infrinjan
las reglas
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