Y el golfo de Trieste (Italia) volvió a ser invadido por la
flota más multitudinaria de Europa. La cuadragésima octava edición de la
Barcolana se disputó el fin de semana pasado con 1.758 barcos inscritos, 25.000
regatistas y más de 300.000 espectadores, ofreciendo un espectáculo único. Una
de las mayores fiestas del deporte de la vela
El mayor atractivo de la Barcolana está en formar parte de
ese monumental desfile de velas, ya que el recorrido es poco épico: apenas 15
millas de distancia- en aguas que no destacan por su dureza. Aun así y tal y
como ha ocurrido desde 1969, tripulantes procedentes de varios rincones del
planeta no dudaron en participar en la histórica regata.
Grandes nombres de la vela se entremezclan en Trieste con
navegantes aficionados. Este año destacó la presencia de Ben Ainlie, leyenda
olímpica y líder del desafío británico en la Copa América, que navegó a bordo
del Farr 80 'Ancilla Domini Prosecco'. "Es una de las mejores regatas a
las que he asistido, nunca antes había visto 1.700 barcos en la misma línea de
salida", reconocía el inglés, cuya embarcación finalizó en el decimocuarto
puesto de la clasificación general.
En la gran jornada del domingo, el comité de regatas decidió
aplazar el inicio del show durante una hora en busca de las mejores condiciones
del campo de regatas. Todo un acierto, teniendo en cuenta que finalmente la
prueba se disputó con vientos de entre 15 y 23 nudos de intensidad.
Dos Maxi, el Alfa Romeo Shockwave y el Jena, protagonizaron
el gran duelo de la 48º edición de la regata. La victoria fue para el primero
de ellos. Con Gabriel y Furio Benussi al frente de la tripulación del Maxi 72
(22 metros), el Alfa Romeo estableció un tiempo espectacular: 59 minutos y 59
segundos, logrando así el botín que el equipo perseguía desde hacía años.
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