Leonardo Bonucci vive un momento delicado. Su hijo, Matteo,
sufre una grave patología y fue intervenido por segunda vez en septiembre. El
pequeño, de dos años, sigue recuperándose favorablemente y Bonucci ha podido
pasar estos días con él. “Habíamos acordado con el entrenador antes de la
convocatoria con la selección, de tener unos días libres antes de volver,
también para retomar un poco la condición psicofísica. Definitivamente he
estado bien en casa con mi familia después de este periodo. Han sido cuatro
días bellos e intensos, sobre todo porque Matteo está muy bien, se está
recuperando muy bien, esta noche estará en el estadio, como estaba previsto si
yo hubiera estado en casa. Mi mujer me ha puesto contento con esto, creo que va
a traer a los dos, será bello saludarlos y él estará seguramente contento”,
explicaba Bonucci tras saber que volvía a la convocatoria de Allegri por la
lesión de Chiellini, pese a que estaba previsto que no fuera convocado.
Poco después el defensa juventino podía escuchar a Marotta
asegurar en la previa que le iba a renovar, a él y a Paulo Dybala. “Son dos
jugadores blindados, tienen contratos largos, estamos hablando con ellos para
renovarles, porque el rendimiento de los jugadores lo sugiere y porque es justo
adecuarlo también en función del equilibrio interno del vestuario”, dijo el
presidente de la Juventus.
En el partido, Allegri le sentó en el banquillo, siguiendo
con su plan de darle descanso, hasta que se levantó. Lo hizo para fundirse en
un abrazo con el ídolo de la Juventus, Paulo Dybala, que acababa de lanzar
magistralmente una falta y que corrió hacia Leonardo para celebrar el gol antes
incluso de que el esférico tocara la red rival. Bonucci es un líder en la
Juventus y Dybala quiso celebrar con él el tanto, la renovación y sobre todo la
mejora de Matteo, que pudo por fin volver a su estadio.
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